Amado Jesús, ayúdame a esparcir tu fragancia, donde quiera que yo vaya.
Inunda mi alma con tu espíritu y vida, penetra y posee todo mi ser, tan totalmente que cada alma a quien yo me acerque pueda sentir tu presencia en la mía; que al levantar la mirada sólo vean en mi a Ti, Jesús. Quédate conmigo; para luego comenzar a brillar como Tú brillas, a brillar hasta convertirme en luz de otros.
Oh Jesús, tal luz vendrá toda de Ti, nada de ella será mía. Serás Tú brillando sobre otros, a través de mi. Déjame pues alabarte en la forma más digna de Ti, irradiándote sobre aquellos que me rodean. Déjame proclamarte sin prédica, sin palabrería, pero con mi ejemplo, con la fuerza cautivadora de la influencia amorosa de mi obra, evidente prueba del amor que rebosa en mi corazón por Ti.
Jesús mío, de todo corazón yo me uno a Ti. Sostenme en tu amorosa presencia; acompáñame en las horas nocturnas; guía mis pasos, conforta mi corazón. Lléname de nueva resolución y del saber que todo no se ha perdido. Confío mi ser, mi vida, mis esperanzas, mis sueños, mi futuro, a tu cuidado, que donde yo estoy Tú estés. En mi necesidad, Tú me contestas. En mi gozo, Tú me sonríes. Cuando no puedo ahondar los porqués y para que tu luz brille constantemente, llámame a Verdad no conocida, a profundidades de comprensión no imaginadas. Acompáñame, Señor. Sostenme cerca, hoy, mañana y en días venideros. Voy de tu mano; no temeré. Gracias amoroso Señor. El Señor está conmigo. Jesús, mi dulce Señor, te amo tanto, ayúdame a ser como quieres que sea.
Soy tan pequeño y pobre, pero tú, Jesús que eres mi Señor, puedes ayudarme, debes ayudarme a convertirme. Quiero siempre vivir unido a Ti, como el sarmiento a la vid, y deseo que mis hermanos te conozcan y amen por mi.
Jesús, dulce Señor, tu bondad es inmensa. Deja que la alegría y la seguridad de ser hijo de Dios se lean en mi rostro. Cuando te reciba en mi corazón, dame tu paz, déjame sentir que estás conmigo, para enfrentar juntos el día que deseo vivir como un regalo tuyo.
Jesús, mi dulce Señor, necesito de tu gracia para parecerme más y más a ti, necesito de tu amor para vencer mi egoismo. Quiero llegar contigo al paraíso y por el momento colma mi corazón con este anhelo.
Jesús, mi dulce Señor, ámame tan pobre como soy.
Leer más...