Propósitos de año nuevo, planes, cambios de vida, resoluciones, proyectos, intenciones... todas estas ideas las asociamos con el principio de año. Si revisamos los propósitos que hicimos hace 365 días atrás tal vez nuestro balance no sea muy satisfactorio. Y lo mismo te volverá a pasar dentro de un año si no haces algo HOY.
Yo cambio, yo me transformo, yo logro en este preciso momento. Es natural que el inicio de año nos de esta sensación de "borrón y cuenta nueva", de metas nuevas; sin embargo, debemos reconocer que corremos el riesgo de diluir nuestras acciones concretas en la visión de lo que voy a lograr en todo el año.
El primero de enero nos debería sorprender a todos los católicos con un programa de vida listo y bien definido. ¿Un programa de vida? ¿Qué es eso? Algo muy simple, un plan de acción de cómo voy a lograr la virtud que más necesito en este año. Tenemos el hábito de centrarnos en lo que no nos gusta, lo que queremos cambiar, lo que nos falta, lo que no somos. Es mejor que te propongas LOGRAR algo: ser más generoso, tener una vida espiritual más profunda, ser más responsable, ser más amoroso con tu familia, lograr templanza, piedad, fortaleza, paciencia. Luego, pon los medios concretos que vas a usar para lograrlo (qué, cuándo, cómo). Debes ser sencillo y concreto; poner pocos objetivos (¡pero buenos!) para no dispersar tu esfuerzo.
Así pensamos en Guadalupe Radio y Hombre Nuevo, este año vamos a tener una nueva estación propia, este año vamos a alcanzar más almas con el mensaje del evangelio, este año más hombres y mujeres se van a enamorar de Cristo y su Iglesia, este es el año del milagro.
Tengan la certeza de nuestras oraciones para que este año Dios, N.S. los colme de abundantes bendiciones y sobretodo les de las gracias que más necesitan para acercarse al corazón de su Hijo, Jesucristo.
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